Las alteraciones de la función sexual femenina – al igual que la masculina- pueden deberse a varias afecciones: psicológicas, emocionales u orgánicas, y derivan en angustia y estrés. El cerebro juega un papel importante en el proceso de excitación y placer, pudiéndose considerar uno de los órganos sexuales más importantes. Por esto, en Clínica Pérez Vieco te ofrecemos los tratamientos, basados en la terapia cognitivo-conductual, que consiguen disminuir esos temores sexuales y así mejorar tu vida personal y sexual.
El vaginismo es una dificultad sexual que consiste en un espasmo involuntario del último tercio de la musculatura del área vaginal. Esta contracción impide literalmente el coito o, si lo permite, lo hace de forma parcial y dolorosa. Las mujeres con vaginismo presentan niveles muy elevados de miedo ante la penetración vaginal por considerar que puede dañarlas o que les dolerá más allá de lo soportable. Por ello Kaplan consideró el vaginismo como una fobia.
El vaginismo es una dificultad sexual que consiste en un espasmo involuntario del último tercio de la musculatura del área vaginal. Esta contracción impide literalmente el coito o, si lo permite, lo hace de forma parcial y dolorosa.
El hecho es que este miedo intenso es la causa del espasmo doloroso y del elevado malestar psicológico que se siente ante la perspectiva de una relación sexual que incluya el coito. Este miedo no solo es la causa principal del origen del vaginismo sino también la causa de su mantenimiento a lo largo del tiempo….
La anorgasmia femenina es la dificultad para experimentar el orgasmo, o una disminución de la intensidad de las sensaciones orgásmicas después de una fase de excitación sexual normal. En algunos casos la mujer puede alcanzar el orgasmo mediante la estimulación del clítoris, casi siempre gracias a la masturbación, pero no logra alcanzarlo mediante la penetración en el acto sexual. En otros casos, no se logra el orgasmo, independientemente del tipo de estimulación.
Las personas con problemas de ira, pueden sentir esta ira en la misma medida que cualquier otra persona, pero en ese momento no cuenta o no logra contactar con los recursos necesarios para gestionarla de un modo que no sea destructivo y/o violento. Eso genera que ante ciertas situaciones puedan darse ataques de ira en los que tanto el paciente como su entorno se ven perjudicados…
Cada persona tiene una manera específica de relacionarse con sus dificultades, que en casos puede generar toda una serie de problemas personales o de relación con los demás añadidos a la sintomatología, de modo que la mala gestión del malestar genera malestar “añadido” involuntariamente debido a las nuevas dificultades que se presentan…
Llamamos dependencia emocional a la incapacidad de cortar la relación con otra persona (familiar, amigo o pareja) a pesar de que la relación no es satisfactoria o está desequilibrada. Es decir, el miembro dependiente, cede en exceso, idolatra al otro y se somete para no perder la relación de una manera que deja a un lado sus necesidades , gustos y libertades…