Algunas veces la eyaculación precoz es un problema puntual, en otros casos se puede manifestar en un periodo de tiempo, pero en muchas situaciones es algo que aqueja a la persona durante un largo período de tiempo, convirtiéndose en un problema que le impide mantener una vida sexual placentera y satisfactoria. En esta situación es importante recurrir a psicólogos expertos en sexología, porque sí tiene solución.
Sergio Pérez Serer. Director de la Clínica Pérez Vieco.
Desde la experiencia clínica diaria, siendo nuestra pasión la psicología, creemos firmemente en que cada uno de nuestros pacientes requiere de una tratamiento personalizado y adaptado a sus necesidades específicas. Buscando siempre la mejora y la estabilidad emocional lo antes posible, para seguidamente afrontar el tratamiento adecuado. Leer más…
Las personas nos enfrentamos a cambios constantes en nuestras vidas, muchas veces incluso se unen varios acontecimientos negativos haciéndose difícil sobrellevar la situación. Por lo que en ocasiones y con el tiempo se acaban transformando nuestras emociones, creando problemas en nuestro comportamiento y nuestra vida diaria…
Algunas veces la eyaculación precoz es un problema puntual, en otros casos se puede manifestar en un periodo de tiempo, pero en muchas situaciones es algo que aqueja a la persona durante un largo período de tiempo, convirtiéndose en un problema que le impide mantener una vida sexual placentera y satisfactoria. En esta situación es importante recurrir a psicólogos expertos en sexología, porque sí tiene solución.
Las disfunciones sexuales (eyaculación precoz, impotencia, etc.) ocupan gran parte del caudal de preocupación del hombre moderno. Si bien es un tema que circula “abiertamente” por los medios de comunicación, la experiencia personal se transforma, la mayoría de las veces, en un relato frustrante, secreto y vergonzante.
Si lo piensas por un momento, la modalidad online de psicoterapia, puede ser incluso más privada e íntima que la terapia presencial. Al no tener que ir al consultorio del terapeuta, se eliminan las probabilidades de ser observado por algún conocido o familiar. Es un punto clave que reduce ese viejo estigma social de “quien va con el psicólogo es porque está loco”. De esta manera podemos acceder a la ayuda de forma anónima en un tiempo y lugar que se adapte a nosotros.